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La Prescripción: Seguridad Jurídica y Protección ante la Inactividad

La prescripción es un principio fundamental del derecho que protege la seguridad jurídica y el orden social. Su propósito es evitar que una deuda o derecho permanezca indefinidamente en el tiempo sin ser ejercido, generando incertidumbre para las partes involucradas.

 

En términos simples, la prescripción ocurre cuando el titular de un derecho no lo hace valer dentro del plazo que establece la ley.

 

Esto significa que, una vez vencido dicho plazo, la acción para reclamarlo ya no puede ejercerse. La prescripción se contempla como una de las cuatro excepciones dispuestas en el artículo 111.4 del Código Procesal Civil.

 

Es importante destacar que no se aplica de oficio, es decir, el juez no puede declararla por sí solo, sino que debe ser invocada por la parte interesada.

 

Lejos de ser una sanción, la prescripción responde a una necesidad de garantizar estabilidad en las relaciones jurídicas, evitando que una persona pueda reclamar un derecho en cualquier momento y generando incertidumbre para la otra parte.

 

¿Cómo funciona la prescripción en documentos como el pagaré?

 

Si hablamos de documentos como el pagaré, la ley establece reglas claras sobre el tiempo en el que pueden reclamarse. Según el Código de Comercio, las acciones derivadas de este título prescriben en un plazo de cuatro años a partir de su vencimiento.

 

Esto significa que si una persona tiene derecho a cobrar un pagaré, pero deja pasar ese plazo sin iniciar ninguna acción legal, el deudor podrá oponer la excepción de prescripción, lo que implica que ya no estará obligado a pagar la deuda.

 

El artículo 802 inciso g) del Código de Comercio establece que el pagaré se rige por las mismas reglas de prescripción que la letra de cambio, y el artículo 795 determina que las acciones nacidas de estos títulos prescriben en un plazo de cuatro años desde su vencimiento. Además, si la deuda está dividida en varios plazos o cuotas, el vencimiento puede adelantarse si el deudor deja de pagar una de ellas, conforme al artículo 504 inciso b) del Código de Comercio.

Requisitos para que opere la prescripción

 

Para que la prescripción sea válida como medio de defensa legal, deben cumplirse dos condiciones esenciales:

  1. Transcurso del plazo legal: Debe haber pasado el tiempo establecido por la ley desde el vencimiento de la obligación sin que el acreedor haya ejercido acciones legales para cobrar la deuda.

  2. Ausencia de actos interruptores: No debe haber ocurrido ninguna acción legal o reconocimiento de la deuda que interrumpa el cómputo del tiempo de prescripción.

 

Si se cumplen estos dos requisitos, la prescripción extingue el derecho del acreedor a reclamar la deuda, otorgando certeza y seguridad jurídica a todas las partes. En este sentido, el artículo 972 del Código de Comercio establece que si no se han realizado actos jurídicos ni gestiones procesales que interrumpan la prescripción, la obligación se extingue con el tiempo.

 

Fundamento legal de la prescripción

 

El Código de Comercio, en su artículo 969, establece que la prescripción comienza a correr el día siguiente del vencimiento de la obligación cuando existe un plazo determinado para su cumplimiento. Si no hay un plazo específico, el cómputo inicia desde el momento en que el derecho pudo ejercerse. Asimismo, el artículo 795 reitera que el plazo prescriptivo en estos casos es de cuatro años, contados desde que la deuda se hizo exigible.

 

Un ejemplo claro es cuando una deuda venció el 26 de septiembre de 2013 y su titular no la reclamó dentro de los cuatro años siguientes. En este caso, la prescripción operó por el transcurso del tiempo y la inactividad del acreedor, cumpliendo así los dos requisitos esenciales para su aplicación: el paso del tiempo y la inercia del titular. La prescripción como pilar de la seguridad jurídica

 

La prescripción no solo protege al deudor, sino que también es un mecanismo que fortalece la seguridad jurídica en la sociedad. Su objetivo es evitar conflictos prolongados y garantizar que los derechos se ejerzan dentro de plazos razonables.

 

En todos los casos, la prescripción funciona como un medio de orden, tranquilidad y certeza legal, al evitar situaciones de incertidumbre jurídica prolongadas. Se presume que la inacción del acreedor es un abandono o renuncia a su derecho, por lo que la ley establece un límite temporal para su reclamo.

 

Por lo tanto, la prescripción es un instrumento clave en el derecho para garantizar la estabilidad de las relaciones económicas y jurídicas. Si tienes dudas sobre cómo te afecta este concepto o necesitas asesoría legal, estamos aquí para ayudarte.

La prescripción es un principio fundamental del derecho que protege la seguridad jurídica y el orden social.

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